Según los analistas del McKinsey Global Institute (MGI), la pandemia de coronavirus ayudó a la mayoría de las empresas globales a cambiar a nuevos modelos comerciales. Esto, a su vez, aumentó la eficiencia laboral global.
La productividad global puede duplicarse si otras empresas también eligen nuevos modelos de negocio. Durante la pandemia, la mayoría de las grandes empresas modificaron fundamentalmente sus estrategias. Implementaron con éxito canales de venta online y producción automatizada. Esto les permitió aumentar la productividad y acelerar los procesos comerciales.
Expertos analizan las nuevas tendencias realizando la investigación denominada "¿Volverán la productividad y el crecimiento tras la crisis del COVID-19?" "Si los avances se amplían y la demanda es fuerte, el crecimiento anual de la productividad podría acelerarse en alrededor de 1 punto porcentual en el período hasta 2024", supone MGI.
Los especialistas han estimado que después de la pandemia, la tasa de productividad podría más del doble en comparación con el período posterior a la crisis financiera mundial de 2008-2009. Es probable que se produzca un fuerte crecimiento de la productividad en áreas como la sanidad, la construcción, así como las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y las ventas minoristas.
Las mejores predicciones se harán realidad solo en caso de un aumento constante en el indicador. Si la productividad crece sólo en las esferas líderes y las empresas superestrellas, esto "podría conducir a una brecha cada vez mayor entre la productividad y el crecimiento de los salarios medios, aumentando el desempleo o disminuyendo el empleo".
La productividad laboral en el estudio de MGI se define como el valor agregado bruto dividido por el número de horas trabajadas. Los autores del informe han analizado la influencia de la digitalización, la automatización, los métodos innovadores y la inversión en capital humano en la productividad de las empresas durante y después de la pandemia.