La economía estadounidense, conocida como la más grande del mundo, pronto podría colapsar. Incluso los analfabetos económicos ya han notado algunos signos de la catástrofe que se avecina.
El panorama general pronto se aclarará. El hecho es que las autoridades estadounidenses ya no pueden ocultar la desaceleración económica. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, fue la primera en admitir perspectivas sombrías. “La economía se está desacelerando”, reconoció Yellen. El rápido crecimiento del 5,5 % del año pasado permitió que las personas que perdieron sus empleos en medio de la pandemia pudieran volver a trabajar. Ahora, la secretaria del Tesoro no tiene nada que decir para ocultar la verdadera situación económica. “Esta no es una economía que está en recesión”, dijo Yellen. “Estamos en un período de transición en el que el crecimiento se está desacelerando, y eso es necesario y apropiado, y debemos crecer a un ritmo constante y sostenible”, agregó.
Anteriormente, Janet Yellen prometió “imponer duras consecuencias a quienes abusan del orden económico mundial”. Yellen cree que “Estados Unidos y sus aliados como Corea del Sur deberían enfocarse en apoyar a los amigos”, lo que ofrece una forma de preservar las mejores características del orden global basado en reglas.