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La inflación del Reino Unido alcanzó otro récord y subió por encima del máximo de 1981. Según la Oficina Nacional de Estadística, en octubre, la inflación alcanzó el 11,1% anual. Un aumento en las tarifas de electricidad fue el principal impulsor de un aumento tan enorme en los precios al consumidor. Aún no ha llegado el invierno, pero el déficit energético ya ha dado sus primeras señales.
Las autoridades del Reino Unido siguen luchando contra la creciente inflación, pero todo es en vano. Los primeros ministros se reemplazan unos a otros, ofreciendo nuevas soluciones al problema. Sin embargo, el ritmo de crecimiento sigue siendo alto. Así, los datos de octubre superaron con creces las expectativas de los analistas y dieron a conocer un nuevo récord, que superó el máximo de 1981.
Luego de notables alzas al 9,9% y 10,1% en agosto y septiembre respectivamente, en octubre la inflación se disparó al 11,1%. En particular, los analistas habían previsto un aumento menor a solo el 10,7%. El informe final de la Oficina Nacional de Estadística dice que además de las tarifas eléctricas más altas, el alza en los precios de los alimentos tuvo un fuerte impacto en el crecimiento de la inflación. Así, la ONS estimó que en octubre los precios de los alimentos aumentaron un 16,4% anual. Es la lectura más alta en los últimos 45 años. En septiembre, el indicador subió un 14,6%. Los precios de la leche, el queso y los huevos mostraron el mayor aumento.
Este otoño, la economía del Reino Unido se ha inclinado hacia una recesión. El canciller del Reino Unido, Jeremy Hunt, dijo que Rusia era responsable de cambios tan bruscos en los precios al consumidor. Describió la situación existente como una “recesión hecha en Rusia”. El Canciller supone que Rusia ha creado condiciones para una mayor inflación y tipos de interés clave en todo el mundo.
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