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La inflación de la eurozona se ralentizó bruscamente en mayo hasta un mínimo de 15 meses, debido principalmente a la caída de los precios de la energía, según mostraron el jueves los datos preliminares de Eurostat. La inflación cayó al 6,1% en mayo, frente al 7,0% de abril. La previsión era que la cifra cayera al 6,3%. Se trata de la cifra más baja desde febrero de 2022, cuando la inflación fue del 5,9%. Al mismo tiempo, la inflación básica, excluidos la energía, los alimentos, el alcohol y los productos del tabaco, bajó ligeramente al 5,3% desde el 5,6% del mes anterior. Todos los componentes del índice de precios de consumo armonizado registraron un menor aumento interanual, mientras que los precios de la energía cayeron en mayo. Los precios de los alimentos, el alcohol y el tabaco aumentaron un 12,5% interanual, menos que el 13,5% de abril. Los precios de la energía cayeron un 1,7%, anulando un aumento del 2,4%. El coste de los productos industriales no energéticos aumentó un 5,8%, tras subir un 6,2%. Del mismo modo, el coste de los servicios bajó del 5,2% al 5,0%.