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El par EUR/USD terminó los últimos cinco días en territorio positivo, en el nivel de 1,1875, después de lograr recuperar sus pérdidas recientes, debido en gran parte al amplio debilitamiento del dólar.
El viernes pasado, la moneda estadounidense continuó retrocediendo desde máximos de tres meses y se acercó al soporte clave en el área de 92,00 puntos.
La caída del tipo de cambio del dólar estadounidense probablemente se debió al retiro de ganancias en vísperas de la publicación de importantes estadísticas macroeconómicas para Estados Unidos, incluidos los datos de inflación de junio.
Sin embargo, el lunes, el dólar volvió a crecer después de haber caído durante los dos días hábiles anteriores. Al mismo tiempo, el par de divisas principal volvió a estar bajo presión.
La nueva variante "Delta" del COVID-19 continúa extendiéndose a ambos lados del Atlántico. Si esto es una mala noticia para el euro, entonces es una buena noticia para la defensa del dólar.
Después de que España y Portugal encabezaran la lista de países europeos con un número creciente de infecciones por coronavirus, los Países Bajos reportaron un aumento del 800 por ciento en el número de nuevos casos.
La mayor parte de la población vulnerable del viejo continente ya ha sido vacunada. Esto, junto con la rápida promoción de la campaña de inmunización en la UE, permite a los fanáticos de la moneda única esperar que el impacto de la nueva ola de la enfermedad en el sistema de salud local sea más leve. Sin embargo, la situación actual parece un retroceso.
En los Estados Unidos, la incidencia de COVID-19 ha aumentado en un 60%. Dado que el crecimiento se produjo sobre una base baja y se limita a partes de estados pequeños, los participantes del mercado aún no están prestando mucha atención a este problema.
El par EUR/USD también sufrió por los comentarios moderados de la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.
Durante el fin de semana, dijo que el regulador delineará nuevas pautas para la dirección futura de la política monetaria en la próxima reunión del 22 de julio. Más importante aún, Lagarde insinuó que el programa de compra de bonos del BCE podría extenderse, aunque se le harán algunos cambios.
Según ella, el programa PEP, que asciende a $1,85 billones, estará en vigor al menos hasta finales de marzo de 2022. En el futuro, el BCE podría cambiar a un nuevo formato.
Lagarde también dijo que en la actualidad no ve la necesidad de discutir la cuestión de cuándo comenzará el BCE a recortar las medidas de estímulo de emergencia, ya que se muestra cautelosamente optimista sobre las perspectivas de recuperación de la economía europea en las condiciones de la rápida expansión de la nueva cepa "Delta" del COVID-19 en la eurozona.
"No deberíamos crear expectativas de que el BCE comenzará a reducir el estímulo en las próximas semanas o meses", dijo.
Estos comentarios sonaron mucho más claros de lo que dijo el jueves pasado la presidenta del BCE cuando presentó la nueva estrategia del regulador. Como resultado, el par EUR/USD bajó. El lunes, se hundió a mínimos locales alrededor de 1,1838. Mientras tanto, el dólar, como si se estuviera sacudiendo la reciente debilidad, atrajo a compradores cerca de 92,00 y se apresuró a la zona de 92,35-92,40.
Esta semana, el colega de Lagarde, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se dirigirá al Congreso de Estados Unidos el miércoles y jueves con un informe semestral sobre la política monetaria del banco central.
Si el director del banco central de Estados Unidos apunta a una mejora en la situación de la economía nacional, lo que justifica la acción del regulador para reducir los incentivos monetarios, esto dará soporte al dólar.
Sin embargo, si Powell confirma la posición paciente de la Fed, especialmente a la luz del hecho de que el último informe sobre solicitudes de beneficios por desempleo y encuestas empresariales en los EE. UU. resultó ser más débil de lo previsto, esto generará un debilitamiento del USD.
Antes del discurso de Powell, Estados Unidos publicará el martes las cifras de inflación de junio. Los analistas esperan una desaceleración en el crecimiento de los precios al consumidor en términos mensuales, lo que también puede provocar una caída del dólar.
Hasta ahora, la moneda estadounidense se mantiene combativa, dejando al par EUR/USD bajo presión.
El calendario económico del lunes no tuvo acontecimientos, por lo que el principal par de divisas se negocia bajo la influencia de la dinámica del dólar y la demanda de riesgo.
Se observó una fuerte resistencia en 1,1920 (el nivel del 61,8% de retroceso de Fibonacci del repunte de marzo a mayo). Un quiebre de este nivel ayudará al par a desarrollar un crecimiento en la dirección de la marca psicológicamente importante de 1,2000, y su avance permitirá a los alcistas recuperar el control de la situación. Mientras tanto, en el caso de una caída por debajo de 1,1780, el par puede dirigirse a los mínimos de marzo alrededor de 1,1712.
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