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A pesar del aumento de la inflación, existe una tendencia a la baja en el mercado de metales preciosos. Algunos expertos creen que el oro podría beneficiarse del aumento de los precios en todo el mundo, prediciendo un repunte masivo de este.
El activo se encuentra actualmente bajo la presión de la política monetaria de la Fed. El martes, las duras declaraciones de Jerome Powell hicieron bajar el oro.
El presidente de la Reserva Federal dijo que el regulador debería acelerar la liquidación de su programa de compra de activos. La declaración de Powell sorprendió a los operadores, en medio de las amenazas sobre la variante de coronavirus potencialmente peligrosa que se cierne sobre el mercado.
El oro bajó inmediatamente casi $40 después del discurso de Powell y cayó un 0,5% el martes, lo que contribuyó a la caída del activo en noviembre en un 0,4%.
El metal precioso se recuperó parcialmente el miércoles, respaldado por la creciente incertidumbre sobre la variante Omicron de COVID-19. El oro subió un 0,4% o $7,80, cerrando en $1784.30 la onza. El lingote también se vio impulsado por el debilitamiento del dólar estadounidense y la caída de los rendimientos de los bonos del tesoro estadounidense.
Los recientes datos económicos positivos no dieron respaldo al dólar estadounidense. Según el informe del miércoles de ADP, el empleo no agrícola en Estados Unidos aumentó en noviembre en 534.000, superando las estimaciones. El PMI manufacturero ISM aumentó a 61,1% en noviembre, en línea con las expectativas.
Las preocupaciones sobre la nueva variante de coronavirus pesaron sobre el dólar, impulsando la demanda de oro como activo de refugio seguro.
"Sigue habiendo una pequeña demanda de refugio seguro para los metales preciosos, ya que todavía hay algo de incertidumbre y ansiedad en el mercado", señaló Jim Wyckoff, analista senior de Kitco Metals.
La Reserva Federal está preparada para discutir la aceleración de la reducción gradual de la EC en su próxima reunión del 14 al 15 de diciembre.
Los expertos creen que las recientes ganancias del oro son alentadoras. Las declaraciones de Jerome Powell fueron descontadas por el mercado, y los actores del mercado piensan que la Fed está por detrás de la curva de inflación, lo que podría ser un factor positivo para el oro.
Leah Goehring, gerente de Goehring & Rozencwajg Associates, ve un aumento de la inflación de más del 9% debido a un evento de "cisne negro" en el mercado de materias primas, como un shock petrolero similar al embargo de la OPEP de 1973 o un shock agrícola.
Goehring señaló que la subinversión en el sector de recursos este año afectará la situación económica en el año siguiente, impulsando la inflación.
Según Goehring, el aumento de los precios obligaría a la Fed a subir agresivamente las tasas, lo que provocaría un caos en los mercados. "Esta vez, sin embargo, la Fed tendrá que renunciar a subir las tasas porque será demasiado doloroso para todos", dijo Goehring.
"Cuando el presidente de la Fed, Jerome Powell, comenzó su primer mandato, trató de subir las tasas, lo que fracasó en el mercado del Tesoro. Por eso creo que Powell tendrá que renunciar a subir las tasas, como lo hizo en octubre de 2018", señaló Goehring. "Una vez que el metal precioso toque fondo por la acción de ajuste de la Fed, comenzará su enorme mercado alcista", dijo.
"Será la década de escasez, y todos se van a empobrecer, excepto las personas que poseen oro y plata físicos", comentó Goehring. "Para el 2028, el oro podría estar por encima de los $10.000. Si el oro está por encima de los $10.000, y volvemos a la relación oro-plata de 20: 1 sería $500 para la plata", agregó.
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