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El dólar estadounidense termina el año con una nota positiva: la demanda especulativa está creciendo. Se presume que la demanda del dólar estadounidense superará la demanda de otras monedas, lo que se observa en la mayoría de los escenarios analíticos.
Daniel Wilson, vicepresidente del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, publicó un pronóstico sobre la dinámica de los principales parámetros de la economía estadounidense, que explica en gran medida la posición de la Fed en su conjunto. Wilson espera un fuerte crecimiento del PIB en el cuarto trimestre, seguido de una desaceleración hasta el 1,7%. Esto sucederá ya en 2022.
El mercado laboral aún no ha recuperado alrededor de 5 millones de empleos prepandémicos, pero se puede esperar una disminución del desempleo al 3,8% para mediados de 2022.
En cuanto a la inflación, Wilson espera que caiga intensamente a mediados de 2022.
Este pronóstico es típico para la mayoría de los miembros de la Fed, quienes se guían por el hecho de que la inflación, incluso si ha dejado de ser temporal, se controlará con bastante rapidez.
Pero si es así, no hay necesidad de más de tres aumentos de tarifas. Para fines de 2022, se alcanzarán todos los objetivos: la inflación volverá a los niveles previstos, el desempleo al 3,8% y el crecimiento del PIB se mantendrá estable. Una perspectiva demasiado cercana de lograr los objetivos establecidos puede servir como base para frenar el fortalecimiento del dólar estadounidense.
Esta noche se publicará el informe de la CFTC sobre la celebración de la Navidad.
EUR/USD
El factor clave que puede impulsar al euro es el alivio de las presiones inflacionarias globales. Durante mucho tiempo, la inflación de los bancos centrales encabezados por la Fed se denominó temporal, pero en el último mes se vieron obligados a admitir que la inflación es grave y seguirá ocurriendo durante mucho tiempo. Al mismo tiempo, en los pronósticos globales, se acostumbra insistir en que la inflación bajará drásticamente en 2022/23 y luego se estabilizará cerca de los valores objetivo de los bancos centrales.
Tales escenarios parecen ser demasiado optimistas, principalmente debido a la crisis del gas que se está desarrollando. Si no se detiene en el próximo mes o dos, puede dar a la inflación de la eurozona un impulso nuevo y notablemente fuerte para el crecimiento de todo y de todos.
A medida que la producción se ralentice, se intensificará el impacto negativo sobre el euro. Cabe señalar que la amenaza de un aumento de los costes de producción obligará a las autoridades financieras de la eurozona a buscar formas de limitar el crecimiento del euro, lo que sugiere que el BCE irá a la zaga de la Fed en el ritmo de normalización de la política monetaria, y este retraso solo aumentará.
Por el momento, el euro continúa consolidándose, manteniéndose dentro de los límites del canal bajista. El precio estimado ha superado la media a largo plazo, lo que da la posibilidad de que se desarrolle una corrección a corto plazo.
El límite de la corrección alcista se sitúa en la zona de 1,1450/70, por donde previamente se pasa el borde superior del canal. Se puede suponer que cualquier intento alcista se utilizará en última instancia para aumentar la presión bajista. A largo plazo, el euro apunta a un quiebre de 1,1178 y una nueva caída a 1,10.
GBP/USD
El Banco de Inglaterra sorprendió a los mercados en diciembre al subir el tipo de interés bancario un 0,15% hasta el 0,25%. Según el BoE, es necesario mantener el principio de "ajuste moderado". Los mercados prevén un aumento de la tasa de aproximadamente un 0,78% en 2022, que es incluso un poco más que el de la Fed, es decir, el Banco de Inglaterra puede implementar tasas más altas de normalización de la política monetaria que la Fed. Este factor hará subir la libra.
Una de las desventajas es un gran déficit de cuenta corriente. Si los precios del gas continúan aumentando, esto puede generar presión sobre la libra en comparación con el euro (en la eurozona, la cuenta corriente tiene superávit).
Pero el favor de fortalecer la posición de la libra es la disminución de la probabilidad de introducir nuevas medidas restrictivas en relación con la aparición de la variante Omicron, que ya se mencionó una semana antes. El debilitamiento de esta amenaza permitió a la libra aliviar la presión bajista excesiva.
El precio estimado está cerca del promedio a largo plazo, y la tasa spot GBP/USD también está cerca, por lo que no hay una dirección claramente expresada.
La libra sigue operando en un canal bajista, alrededor de la mitad del canal. Una probable consolidación por encima de la zona de resistencia de 1,3350/3400 aumentará ligeramente las posibilidades de crecimiento continuo. El objetivo principal es 1,3570/80.
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