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El tema de subir las tasas de interés de la Fed puso nerviosos a los participantes del mercado. Tras las audiencias en el Senado a principios de año, donde se aprobó la candidatura de J. Powell para el cargo de presidente del Banco Central, dijo que las tasas podrían subir no tres, sino hasta cuatro veces este año. Como resultado, los inversores comenzaron a preocuparse nuevamente.
Si bien en los mercados se asume que la esperada subida de tasas este año por parte del regulador estadounidense ya se ha considerado en los precios de los activos, el nerviosismo ante la incertidumbre por el inicio de este proceso sigue jugando un papel importante. Aquí, se debe tener en cuenta la posibilidad de que la actividad económica aumente a medida que se restablezcan las cadenas logísticas de suministro en América y Europa, a pesar de la pandemia del coronavirus. Además, se atenderá la alta demanda de bienes, lo que podría conducir a un alivio de las presiones inflacionarias que puede posponer el momento de subida de las tasas. Sin embargo, los mercados no están seguros si se desarrollará tal escenario, por lo que se encuentran en un estado de nerviosismo, lo que se manifiesta en la alta volatilidad de los activos.
Si todo está un poco menos claro con la Fed en cuanto a las perspectivas de la política monetaria, entonces todo está inerte con la presidente del BCE C. Lagarde, que habla de todo, menos del futuro de la política monetaria. En nuestra opinión, esto se debe a la completa "subordinación" del regulador europeo o su seguimiento en línea con la política de la Fed. El banco no puede ejercer plena independencia, ya que sus acciones dependen del regulador estadounidense. No puede ignorar los intereses de la Fed, lo que significa que sigue maniobrando, sin entender cuándo empezará a subir las tasas. Lagarde solo habla de la necesidad de aumentar las tarifas. En este sentido, el Banco de Inglaterra resultó ser más independiente al no prestar atención a la Fed ni al BCE y solo en base a la situación económica del país.
Analizando la situación actual, dada la influencia aún remanente del factor incertidumbre en las acciones de la Fed y otros bancos centrales globales, se espera que las perspectivas actuales de los mercados continúen, y solo la primera subida de tasas en EE. UU. las ponga en movimiento.
Al mismo tiempo, creemos que el dólar estadounidense aún no tiene razones serias para subir frente a las principales divisas. Lo más probable es que siga reaccionando a los datos publicados de las estadísticas económicas, ya sea al alza o, por el contrario, a la baja frente a las principales divisas.
Pronóstico del día:
El par GBP/USD cotiza por encima del nivel de 1,3700. La debilidad local del dólar estadounidense puede contribuir aún más al impulso alcista del par hacia 1,3880.
El par USD/JPY está cayendo en medio del nerviosismo en los mercados. Su consolidación por debajo del nivel de 114,00 puede conducir a una nueva caída hasta el nivel de 112,70.
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