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El aumento de los temores a una recesión causados por la política agresiva de la Fed continúa pesando sobre el dólar estadounidense. En medio de la caída del dólar, el yen japonés se ha recuperado notablemente después de su caída anterior.
El USD/JPY ya ha disminuido un 0,25% esta semana. El par está a punto de terminar su repunte de 3 semanas, en el que el dólar estadounidense aumentó más del 6% frente al yen japonés.
Al cierre de este artículo, el USD/JPY cotizaba a 134.66. Hace varios días, el par llegó a 136.71, el nivel más alto desde octubre de 1998.
El débil dólar estadounidense ha empujado al USD/JPY a la baja desde su máximo de 24 años. La moneda estadounidense perdió su impulso alcista esta semana luego de las declaraciones del presidente de la Fed, Jerome Powell, ante el Comité Bancario del Senado.
El jueves, Jerome Powell declaró una vez más que la Reserva Federal se comprometió a luchar contra la inflación récord a pesar de la amenaza de una desaceleración económica.
Los comentarios agresivos del presidente intensificaron los temores de recesión de los actores del mercado. Como resultado, el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años, que es un soporte clave del USD, cayó a un mínimo de 2 semanas en la noche del jueves al viernes.
La brecha cada vez más estrecha entre los rendimientos de los bonos soberanos japoneses y estadounidenses dio soporte al yen japonés y ejerció presión sobre el USD/JPY. El uso de aumentos de las tasas de interés por parte de los bancos centrales para controlar la inflación galopante está poniendo en peligro la recuperación económica mundial.
Las perspectivas económicas mundiales empeoraron aún más tras la publicación de los decepcionantes datos del PMI de la eurozona.
A medida que esta semana llega a su fin, la demanda de los inversores por la moneda japonesa ha aumentado en medio de una mayor preocupación por una recesión mundial. El JPY se considera tradicionalmente como un activo de refugio seguro.
Según los últimos datos del IPC japonés, la inflación subyacente alcanzó el 2,1% en mayo, superando el nivel objetivo del Banco de Japón del 2% por segundo mes consecutivo.
El IPC, incluidos los alimentos y la energía, aumentó en mayo un 0,8% interanual. Los precios de los alimentos aumentaron un 2,7%, el aumento más rápido desde 2015.
Los expertos dicen que los últimos datos de inflación podrían hacer que el Banco de Japón cambie su opinión sobre el crecimiento de los precios, que actualmente el regulador considera transitorio.
La inflación actual en Japón es un subproducto de las sanciones occidentales contra Rusia y el aumento de la tasa de interés en los EE.UU. Esto no se desencadena por una fuerte demanda de los consumidores internos.
Este año, el yen se desplomó debido a una brecha de 3 puntos porcentuales entre los bonos del gobierno de EE.UU. y Japón. El JPY más débil impulsó al alza el precio de los bienes importados, elevando los costos de vida en Japón.
El regulador japonés solo tiene una forma de resolver la situación: seguir un curso agresivo en lugar de su actual política de control de la curva de rendimiento.
El gobernador del Banco de Japón ha declarado en repetidas ocasiones que el regulador mantendría su política monetaria altamente moderada hasta que un fuerte aumento salarial se convirtiera en un factor clave que impulsara la inflación.
A medida que aumentan los precios de los bienes y servicios junto con el descontento de los consumidores, el Banco de Japón podría reconsiderar rápidamente su posición.
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