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Los futuros del petróleo Brent se acercaron a la zona de resistencia descendente, pero no lograron consolidarse por encima, retrocediendo hacia abajo. El panorama técnico sigue siendo tenso: el precio se mantiene en equilibrio cerca del límite superior del rango de la negociación, y la característica compresión hacia la resistencia puede indicar una ruptura inminente.
El soporte se encuentra en el nivel de $75,5, un nivel clave tras el cual sigue la línea de la tendencia alcista a corto plazo.
El principal impulsor es la geopolítica. Irán está apresuradamente retirando petróleo de la isla de Kharg, el mayor centro de exportación del país. Bloomberg analizó imágenes satelitales: los petroleros intentan no permanecer mucho tiempo en el terminal para reducir el riesgo de ataques. No se trata de una logística planificada, sino de una retirada forzada de reservas, y el mercado lo percibe.
EE. UU. mantiene oficialmente una posición evasiva. La Casa Blanca da a entender que la decisión sobre un posible ataque a Irán podría tomarse en las próximas dos semanas. Todo esto genera un alto grado de incertidumbre, lo que relega a segundo plano cualquier informe fundamental (de la AIE, la OPEP, etc.).
En este contexto, los participantes del mercado siguen reevaluando los escenarios. Según Citigroup, el cierre del estrecho de Ormuz llevaría al Brent a $90, y algunos bancos de inversión ya contemplan precios superiores a $100.
India ya ha declarado que reducirá la exportación de productos derivados del petróleo si se paraliza el tránsito de petroleros. Mientras tanto, Rusia, EE. UU. y Arabia Saudita están discutiendo la coordinación en caso de crisis, y las compras de reservas por parte de China y EE. UU. podrían equilibrar un posible exceso de oferta.
Panorama técnico
