Inversores extranjeros se despiden de China

Los actores del mercado extranjero son reacios a invertir en China debido a un cambio reciente en las políticas de Beijing sobre las empresas de alta tecnología. Aparte de eso, los líderes de los países occidentales expresan una retórica dura sobre China debido a sus prácticas comerciales poco fiables. Tal aversión ya está exprimiendo los mercados financieros chinos.

El presidente chino, Xi Jinping, solía seguir la política de atraer capital extranjero a los mercados nacionales durante muchos años. Los inversionistas globales se inspiraron en el milagro económico y las lucrativas oportunidades de China. Hoy en día, la segunda economía mundial más grande se enfrenta a una caída en la globalización financiera en medio del éxodo masivo de capital extranjero. China se está convirtiendo en un paria financiero por una variedad de razones. En primer lugar, los inversores están asustados por las decisiones impredecibles del Banco Popular de China, por ejemplo, su represión del sector de alta tecnología. En segundo lugar, una desaceleración económica provocada por la política de cero COVID de Beijing hizo mella en la demanda mundial. En tercer lugar, los inversionistas se ven alejados por el mercado inmobiliario frágil y altamente volátil. El siguiente argumento se refiere a los crecientes riesgos de la cooperación de China con Rusia, ya que los inversores extranjeros no quieren estar sujetos a sanciones secundarias. “El poder gigante del capital occidental está comenzando a alejarse de China”, comentó Matt Smith de Ruffer LLP sobre la fuga de capitales de China. Su firma de inversión de $31 mil millones cerró recientemente su oficina en Hong Kong. Los expertos señalan que algunos fondos de pensiones y organizaciones benéficas europeas no quieren incluir acciones chinas en sus carteras debido a la escalada de riesgos geopolíticos y de gestión.

Por el momento, casi una de cada cuatro empresas europeas está considerando el escenario de retirar su negocio de China. Además, casi 23 empresas están a punto de recortar inversiones en curso o potenciales en China. Las inversiones de capital ya se han reducido al nivel más bajo en una década.