La administración de Biden ha propuesto una iniciativa que podría limitar la minería en los Estados Unidos. Así, los mineros ahora tendrán que pagar un impuesto del 30% por sus actividades. Esta medida tiene como objetivo compensar los costos de energía y reducir la minería en sí.
Según el Tesoro de los EE.UU., cualquier empresa que utilice recursos energéticos propios o alquilados estará sujeta a un impuesto especial del 30% sobre el uso de electricidad en actividades de criptominería.
El impuesto se introducirá en varios pasos, introduciéndose gradualmente al 10% en el primer año y subiendo al 30%. El impuesto se aplicará a la electricidad generada tanto de la red como de fuentes independientes. Por lo tanto, se aplicará un impuesto del 30% a todo el uso de electricidad proveniente de la minería de criptomonedas.
Los mineros estarán obligados a informar sobre la cantidad, tipo y costo de la energía eléctrica consumida. La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. monitoreará las emisiones dañinas de la minería.
Los mineros serán responsables de estimar el costo de la electricidad generada por las centrales eléctricas.
Un impuesto sobre el consumo de criptoelectricidad tiene como objetivo reducir el impacto ambiental de las actividades mineras.